Los tres textos tienen coincidencias y desencuentros. Vieron la luz primero en la blogosfera, no de un “tirón” como ocurre con un libro, sino en un prolongado y doloroso parto digital. Estos libro-blogs son enteramente cubanos; escritos por autores cubanos, sobre temas cubanos (o relacionados de alguna forma con Cuba) y están publicados por editoriales cubanas. Pero más que los encuentros me interesan las diferencias.
El primer libro-blog que vio la luz, el de García Borrero, tiene como tema
central el cine cubano; mientras que los otros dos textos, de Ubieta Gómez e
Sánchez Espinosa, hacen de la política causa común. De BLOGuerías se publicaron
mil ejemplares en la camagüeyana Editorial Ácana, mientras que para Cuba… y
Sospechas… se abrieron, sin precisar cantidad, las puertas de la Casa Editora
Abril. A pesar de los recelos que estos comentarios preliminares puedan
acarrear, lo cierto es que los libros de Juan Antonio García e Iroel Sánchez se
parecen más entre sí, que estos con el de Enrique Ubieta.
Ciertamente las portadas de los libros debemos agradecérselas más a los
diseñadores, que a sus propios escritores; pero teniendo en cuenta que el
diseñador toma (o debe hacerlo) como marco de referencia para su labor el
contenido del texto, se puede aseverar que la caratula funciona como resumen gráfico
de lo que encontraremos en el volumen. Los motivos escogidos por David González
Pérez (diseñador de BLOGuerías) y Alexander Carcedo Olivé (diseñador de Sospechas…)
son eminentemente figurativos; mediante la presentación de pantallas (la de un
monitor y de un tablet respectivamente)
expresan la posibilidad que brindan los textos a sus lectores, la consulta de
“materiales digitales”. Por otra parte Eloy Barrios Alayón (a cargo del diseño
de Cuba…) se adentra en el terreno de los símbolos; graficando, con fotografías
de Roberto Chile Pérez; la intención del autor, no explicita, de apuntalar con
sus escritos la ética e ideario martianos (2), y regalarnos (cuando alcancemos
la contracubierta) un Apóstol restaurado, custodio indiscutible de la bandera y
nación cubanas.
Una vez que traspasadas las cartulinas iniciáticas encontramos que aumentan
las similitudes entre BLOGuerías y Sospechas…. Ambos autores escriben con un
lenguaje sencillo y ameno (3), propio del medio digital al que estuvieron
destinados los trabajos; incluso García Borrero en la introducción de su libro expresa “…una de las cuestiones que más trabajo me costó asumir es (…) la
necesaria brevedad del post. Hoy sé que mientras más breve el post, mejor. Y si
lo que se expresa prescinde de la prosa académica, y habla desde el intimismo,
desde la duda personal, tendrá más posibilidades de llegar a los otros.”
De los dos volúmenes es el de Iroel Sánchez el que transmite más fielmente la
experiencia digital, pues además de los textos reproducidos “sin
cambios, salvo pequeñas correcciones de estilo y algunas actualizaciones”,
incluye también las imágenes, fechas y direcciones de cada post. Los ensayos de
Enrique Ubieta en cambio no parecen escritos para un blog, están permeados de
análisis y terminologías sociológicas, que si bien no hacen incompresible los
escritos, sí pueden desmotivar al lector no especializado, más interesado en
enterarse de los acontecimientos que en comprenderlos.
Estos libro-blogs abren el sendero a una nueva forma de hacer literatura, reuniendo
lo ya edificado, (des y re) contextualizando un discurso que no fue gestado
para el papel; sin embargo en cada caso las motivaciones que arrastraron a cada
autor a publicar (lo antes blogueado) parecen ser diferentes. Si el blog de
García Borrero es sobre cine, el libro es sobre Camagüey; o mejor dicho, sobre
su experiencia cinéfila (desde Camagüey). El propio autor declara que en la
selección de las viñetas prima una visión personal donde prioriza la “memoria
afectiva como espectador nacido y criado en Camagüey”. Este texto no
busca se parte de la “revolución social, sino en todo caso, de una
revolución muy, pero muy personal”. Para Enrique Ubieta la “necesidad,
comentada por varios amigos, de que preparase un libro” se impone
sobre la tentación (aunque no la anula) de “reunir en un libro los
ensayos que había escrito y publicado desde inicios de siglo”, el
deber sobre el derecho. El autor analiza y fundamenta, contrapone, desde una
mirada cultural “los conceptos de revolución y reforma”. Sin
dudas “Cuba: ¿revolución o reforma?” aspira a convertirse un arma ideológica
contra “esa tendencia en Cuba: apegado a lo visible, a una supuesta y
chata utilidad (…) la subordinación a poderes externos”,
características que atribuidas al reformismo del siglo XX. El nacimiento de
“Sospechas y disidencias. Una mirada cubana en la red” también parece ser “culpa”
(4) de otros, más que de su progenitor. Desde “La pupila insomne” Iroel Sánchez
lucha las contra “mentiras sobre mi país en los grandes medios de
comunicación”, pero sería engañoso pensar que en el papel apenas
busca “reunir (…) una pequeña muestra de los textos que han aparecido
en ese espacio”. Este autor atribuye, al blog y el libro, idénticos
objetivos y circunstancias, pero sede la explicación de los mismos a Pascual Serrano, quien lo(s) considera “una revolución dentro de la
Revolución cubana, (…) un portal disidente (…) del periodismo que miente”.
Convencido estoy que estos no serán las únicas publicaciones a partir de
blogs. Otras bitácoras han participado, y calado con profundidad, en los
ciber-debates sobre la realidad cubana. También los autores de Café Mezclado, La Joven Cuba, Esteban Morales (5) entre tantos
otros deberían tener su chance en las editoriales cubanas. Más que los propios
blogueros, Cuba se lo merece.
(1) Existe cierta
similitud entre los nombres de los blogs de García Borrero y Sánchez Espinosa.
Mientras que el nombre del primero contiene la frase “la pupila insomne”, el
segundo la toma sin más para nombrar la bitácora.
(2) Sitio desde
el Enrique Ubieta se posiciona para ensayar una respuesta a la interrogante del
título.
(3) No confundir
sencillez y amenidad con falta de gracia y rigor en los análisis de los temas
abordados.
(4)
Independientemente de la de la connotación negativa que posee la palabra culpa
me pareció la más justa, teniendo en cuenta que el Iroel dice no estar “seguro
que sea una buena decisión lo que la amabilidad de los editores y el apoyo de
mi familia han hecho posible”.
(5) Algunos de
estos autores han publicado libros, o han tenido presencia en medios impresos,
sin embargo mi reclamo es para acometer empresas similares a las analizadas.
Ya había publicado este post cuando descubrí un nuevo libro a partir de un blog. En realidad sería más bien un saga de uno de los textos comentados: BLOGuerías. Comparto el enlace donde se comenta el citado nuevo volumen:
ResponderEliminarhttp://cinecubanolapupilainsomne.wordpress.com/category/libros-sobre-cine-cubano/