Por Arnoldo Fernández Verdecia, editor del blog Caracol de agua.
¿Qué es un blog? , ¿Quién lo hace? , ¿Por qué
lo hace? , ¿Cómo lo hace? , ¿A quién, quiénes
quiere llegar? ¿Dónde está, -geográficamente y culturalmente hablando-,
ubicado? ¿Qué posición ocupa en el pacto social? ¿Qué quiere lograr? Son interrogantes que todo el mundo se hace
cuando se introduce en este fascinante
mundo.
Nuestro analfabetismo digital nos hace verlo (el
blog) como una extensión del periodismo
que hacemos cotidianamente, tal vez por eso reducimos su alcance a lo que se
llama 1.0. Llegamos a creer que el blog es el mensaje y alguien nos conmina a pensar
que compartimos informaciones, dada nuestra condición de plaza sitiada, que pueden poner en peligro la
estabilidad del sistema.
Nuestro diario de navegación no puede
liberarse de la autocensura, se posiciona de nosotros y preferimos volcar
contenidos de las diferentes plataformas mediáticas sin buscarnos problemas. No
nos atrevemos a construir narrativas centradas en historias de vida, que
permitan visibilizar una Cuba real, con sus matices, sin esos afeites demasiado
“políticamente correctos”, ante los cuales los usuarios prefieren tomar
distancia, porque no dicen nada cercano al cubano de carne y hueso.
Es casi normal que algunos directivos de los
medios tradicionales apelen a marcos regulatorios dogmáticos para limitar
posturas críticas en los blog. Una especie de política de avestruz cercena la pluralidad
y ello da lugar a visiones sesgadas donde los problemas, si se expresan en la
esfera pública desde el compromiso con una ética revolucionaria, son valorados
como “políticamente incorrectos”. Surge así la sospecha, la revisión de los
tonos, las frases fuera del contexto narrativo, el malentendido apriorístico,
el llamado a ubicarse en el lugar desde el cual se accede a la condición de
conectado.
Una práctica narrativa que no corra sobre los cauces de la prensa
tradicional es descalificada desde la supuesta profesionalización del
periodista, el único portador de las habilidades necesarias para construir la
información; el bloguero es colocado en ese catalejo, desde ahí se miran sus sombras. Si es un periodista
bloguero, entonces los marcos regulatorios terminan imponiéndose, así aparece
lo que llamo “bloguero por encargo”, una cuestión de estadísticas construidas
por los directivos de los órganos de prensa, para visualizarse en términos de
cantidad ante los que supervisan las
políticas de presencia en Internet. No puede aceptarse un sitio web que no
tenga cinco o seis blogueros por encargo, ello crea la ilusión de libertad para
expresarse, cuando en realidad funcionan como una extensión del columnista
tradicional de los medios tradicionales.
Algunos directivos están empoderados en
posiciones dogmáticas que impiden el nacimiento de una conciencia crítica en la
blogosfera cubana en revolución. Los límites se definen muchas veces sin el
conocimiento necesario, ello genera lo que llamo “encapsulamiento insular”, pues todo se reduce a narrar lo idílico del
sistema, pues en todo momento alguien se encarga de recordarnos el
agradecimiento a los mayores, entonces
el ser crítico termina diluido en esa retórica y no se atreve a ser comunicador depositario de un activismo
cívico en la búsqueda del sueño de una Cuba justa para todos.
Debemos aspirar a una comunicación horizontal que permita dialogar con los actores políticos y sociales de la sociedad cubana, e incluso con instituciones globales defensoras de perfiles progresistas, cercanos a nuestros propósitos de luchar por la utopía de un mundo mejor. Todo bloguero revolucionario, que se respete a sí mismo, compartirá contenidos que ayuden a la emancipación de los seres humanos en cualquier lugar del planeta, incluso en nuestro patio con propósitos bien concretos:
Debemos aspirar a una comunicación horizontal que permita dialogar con los actores políticos y sociales de la sociedad cubana, e incluso con instituciones globales defensoras de perfiles progresistas, cercanos a nuestros propósitos de luchar por la utopía de un mundo mejor. Todo bloguero revolucionario, que se respete a sí mismo, compartirá contenidos que ayuden a la emancipación de los seres humanos en cualquier lugar del planeta, incluso en nuestro patio con propósitos bien concretos:
1. Vigilancia sobre los vacíos informativos
de la prensa oficial.
2. Vigilancia del dominio político.
3. Cuestionamiento de silencios, omisiones y vacíos en la esfera pública.
4. Restauración de la capacidad y la fe de
dialogar entre cubanos.
5. Promover la tolerancia hacia y con la
diversidad.
Alcanzar la 2.0 en nuestra condición de
blogueros pudiera ser una posibilidad para no seguir aferrados a la certeza, de
que el medio es el único depositario del mensaje, sino que podemos convertirnos
en facilitadores para que las audiencias sean las portadoras de los mensajes.
La autocensura determina actualmente que las audiencias no puedan expresarse
libremente, pues, -en términos
ideológicos-, funcionamos como censores
de las mismas, decidimos lo que es políticamente publicable y lo que no, en una
especie de extensión de la 1.0. Enfocado así, es prácticamente imposible
imaginar una blogosfera activa en la
esfera pública, con agallas y suficiencia para visibilizar contenidos silenciados
en la prensa estatal. Los blog que se arriesgan a construir mediaciones donde
las audiencias son el mensaje, han sufrido una que otra vez los anillos de
seguridad en torno suyo, un dispositivo que se activa ante la más mínima
sospecha de que algo no fluye normal y hace falta recordar los límites de la
responsabilidad. En esa suerte de laberinto,
donde unos dictaminan lo correcto y otros están obligados a aceptar lo que ellos deciden, sin referentes
regulatorios concretos, hace falta audacia e inteligencia para asumir como
estrategia la 2.0. Aunque personalmente creo que el analfabetismo digital que
nos caracteriza, sobre todo en el dominio de algunos directivos,
limita en gran medida el surgimiento de una sociedad futura donde el
macro-relato y el micro-relato mediático sean lo motivante para la real poli.
Algunas interrogantes pueden ayudar a pensarnos en medio de la complejidad: ¿Es
posible imaginar un ciudadano expresivo
en la blogosfera en revolución, que sea sugestionado por nuestras maneras de
narrar la realidad? ¿Es políticamente probable imaginar una comunicación
horizontal futura en la sociedad cubana entre gobierno y ciudadanos? ¿Nuestra
condición de plaza sitiada seguirá
siendo una barrera, para pensarnos y expresarnos en la blogosfera realmente
como somos? ¿Conectarse desde una institución del Estado seguirá creando
condicionamientos morales que limitan la aplicación de la 2.0 en la blogosfera
cubana en revolución? Personalmente tengo mis respuestas y creo saber las de ustedes, pero el sentido
común se impone y tal vez tengamos que esperar algunos años para habitar las
pantallas digitales y sabernos sujetos críticos de la sociedad futura que
estamos llamados a construir, sin perder los cauces emancipadores que nos han
permitido llegar hasta aquí.
Los retos pendientes están a la vista, la 3.0
se impone en el mundo globalizado. Crear las bases en la sociedad cubana, para
que la misma pueda expresarse en la blogosfera en revolución, quizás pudiera
ayudar a los políticos a decidir mejor aspectos relacionados con la gestión
pública, la revocación de un dirigente por no cumplir sus funciones administrativas,
los mecanismos de consulta a los ciudadanos serían más agiles y la comunicación
horizontal jugaría un rol dialéctico en
las dinámicas políticas, sociales y culturales, en esa casa ubicada en futuro inmediato,
donde la red sería el mensaje y ellos se valdrían de ella para visibilizarse en
la agenda pública.
En las condiciones de Cuba, los blog
representan una nueva forma de cultura política, interacción social,
movilización y espacios para activar la toma de decisiones expresadas en la
transformación ciudadana continua. Estamos necesitados de un civismo
informacional y comprometido en la blogosfera, sobre la base de la creación,
“la puesta en común y la crítica de la información como base del conocimiento,
comprendido este último como el más valioso y poderoso articulador de la vida
social”. (1)
La asunción de la blogosfera como expresión
de lo virtual, inicia el camino hacia un espacio posible de diálogos horizontales, donde se difuminen
las jerarquías sociales, profesionales, culturales, políticas, económicas y
jurídicas, en la búsqueda de consensos
para la construcción del país deseado por todos y todas.
Lo dicho hasta aquí me lleva a una conclusión medular, y para ello me auxilio de
los criterios de Milena Recio, cuando señala: “la sociedad cubana no podrá dar
ninguno de los saltos que pretende (…) si no lo hace promoviendo sujetos
activos en el uso de las tecnologías digitales y sus contenidos”. (2)
Referencias
bibliográficas
(1). Milena Recio. La hora de los
desconectados, la Jiribilla, n. 512, 26 de febrero de 2011.
(2) Milena Recio. Infoutopía: poner en cubano
el periodismo digital en Cuba, periódico Cubarte, 28 de noviembre de 2012.
Bibliografía
GARCÍA LUIZ, JULIO. Revolución, Socialismo,
Periodismo. La prensa y los periodistas cubanos ante el siglo XXI, Editorial
Pablo de la Torriente, La Habana, 2013.
TEMAS. Cultura, ideología sociedad, abril-junio 2013, n. 74.
Tomado de: http://caracoldeagua-arnoldo.blogspot.com/2014/11/sombras-en-el-catalejo-insular-anatomia.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario