Todo parece indicar que por fin en el 2021 Cuba vivirá el “apagón analógico”. Para esta transformación tecnológica, citando a Cubadebate, Cuba utilizará la norma china de Transmisión Digital Terrestre Multimedia (DTMB, por su sigla en inglés) considerada como “la más beneficiosa para los objetivos y necesidades del país” según palabras de Glauco Guillén, quien también expresó que “el Gobierno chino concedió a la isla el uso de esa norma de propiedad intelectual, con exención de pago, y además donó equipos que emplearán en las pruebas”.
Realmente nuestro archipiélago necesita este salto tecnológico. Sin embargo hay cosas que no me quedan claras. Una de mis dudas es ¿Por qué la norma china es “la más beneficiosa”?
Actualmente existen cuatro normas en uso para Televisión Digital Terrestre. La norma ATSC estadounidense es empleada en Norteamérica, Canadá, Estados Unidos, México, Corea del Sur, Honduras, El Salvador y República Dominicana. El estándar japonés ISDB-T se utiliza en Japón, Filipinas y en la mayoría de los países del centro y sur de América: Brasil, Bolivia, Perú, Argentina, Paraguay, Chile, Venezuela, Ecuador, Costa Rica, Nicaragua, Guatemala y Uruguay (con excepción de Colombia, Panamá, Guyana, Suriname, Honduras y El Salvador). El DVB-T europeo se emplea en la Unión Europea, Australia, Sudáfrica, Namibia, Panamá, Colombia y Turquía. Solamente China usa el DTMB, norma desarrollada por ellos mismos.
Esperemos que la “comisión que lleva más de diez años involucrada en esta responsabilidad: estudiando los aspectos teóricos de las normas, buscando experiencias prácticas y haciendo pruebas comparativas” haya tenido en cuenta los riesgos de casarnos con un solo proveedor tecnológico. Otras naciones en la misma encrucijada han tomado un camino diferente.
Puedo entender perfectamente que el gigante asiático esté interesado en ayudarnos a dar el salto tecnológico a un “un menor costo” ; vendiéndonos barato ahora, incluso cediéndonos “el uso de esa norma de propiedad intelectual con exención de pago” y donándonos algunos “equipos” para “pruebas” ; aseguran la primacía permanente en un mercado que recién surge. Sin embargo no es responsabilidad de los chinos velar por nuestra soberanía tecnológica. ¿Alguien se ha preguntado cómo podría afectar esta inversión un inesperado cambio en las relaciones entre China y nosotros?
Por otra parte el “director técnico del Instituto Cubano de Radio y Televisión, Eusebio Garnier, señaló que la aplicación del sistema digital mejorará la calidad de la programación y las transmisiones”. Pero es válido aclarar la señal digital no es más robusta que la analógica, ambas son señales electromagnéticas, por lo que igualmente pueden distorsionarse por campos eléctricos o magnéticos, y/o las condiciones meteorológicas. Los tres canales que se “estrenarán paralelamente” durante la etapa de prueba supondrán, sin duda, una mejoría en la cantidad de programación, no necesariamente en la calidad.
Otra de las dificultades que deben sortearse en el camino hacia la televisión digital se encuentran precisamente en el interior de los hogares cubanos. Los televisores que tienen los cubanos en sus casas no son compatibles con la nueva tecnología, incluso “mayoría de los TV de este tipo – LCD - que se han vendido en nuestra red de tiendas, dijo - Glauco Guillén -, son analógicos”. Este problema quedará resuelto con la adquisición de la “caja decodificadora” , aunque por el momento no se precisa dónde, cómo, ni cuánto. Cualquiera podría pensar que tener un televisor digital es suficiente para disfrutar del nuevo servicio; pero no es así, “es imprescindible que sea compatible con la norma china que emplearemos en nuestro territorio.” Aquellos que tengan televisores más antiguos, además de adquirir las “cajas decodificadoras”, deben salir en la búsqueda de “videocaseteras” para poder ver la televisión digital. Por otro lado, los principales destinos a los que vuelan los cubanos que logran viajar son países de Latinoamérica, Estados Unidos y recientemente naciones africanas, en todas las normas vigentes son diferentes a la que estamos asumiendo nosotros, ¿venderán equipos compatibles con la norma china en esas naciones?
Nadie puede dudar de la situación económica que vive la patria, ningún país gastar lo que no tiene, por eso las inversiones deben pensarse siempre con la mira en el largo plazo. Ojalá la principal motivación para apostar por los chinos, y su DTBM, no sea el ahorro en el corto plazo pues la historia nos ha demostrado, más de una vez, que lo barato sale caro.
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