Fuimos muchos los que nos sorprendimos
con los resultados económicos del primer semestre del 2014. A pesar que
el gobierno proyectaba crecimientos conservadores, muy por debajo a los
prometidos hace 4 años; nuestra economía fue incapaz de acercarse a esos
números, de por sí ya pequeños.
Llamo la atención que mientras estamos en
franco retroceso, ni una sola nota, comentario, artículo o reportaje se
hiciera al respecto. Son muchas las preguntas y dudas que tenemos los
que nos preocupamos por estos temas y los espacios de confrontar ideas y
opiniones muy escasos. Los que tenemos por fortuna acceso a internet
contamos con un paliativo, pero son muy escasos incluso en este medio
los artículos e informaciones relacionados con estas temáticas.
Por lo que me toca felicitar al
periodista Ariel Terrero que fue el único del gremio que salió a buscar
respuesta a las interrogantes que nos hacemos todo. Pero en este caso
las respuesta no fue a buscarla a los funcionarios responsables del
problema, sino a los que llevan años estudiando la problemática y que en
muchas ocasiones, se les niega la participación en los espacios de
amplia divulgación.
¡Cómo me gustaría ver una Mesa Redonda
con estos académicos y que se abordaran estos temas! O un programa de
Cuba Dice abordando estas problemáticas pero para nuestros medios de
comunicación estos temas no son prioridad.
Con el objetivo de divulgar lo más que
pueda a nuestro pueblo sobre estos temas, comparto íntegramente las
cuatro preguntas realizadas a los doce académicos y su visión sobre cómo
se encuentra la economía cubana.
Doce economistas en pugna
Por Ariel Terrero
¿Qué le está pasando a la economía
cubana? La inquietud es inevitable ante el 0,6 por ciento ganado por el
producto interno bruto (PIB) en el primer semestre. En lugar de
crecimiento, saldo tan esmirriado refleja estancamiento. El Ministerio
de Economía y Planificación confía en una leve mejoría para concluir el
año con un avance en torno a 1,4 por ciento. Admite públicamente, de
todas maneras, que la desaceleración anual supera la previsión de origen: era 2,2 por ciento, contra un cierre de 2,7 el año pasado.
Con el ajuste, el 2014 se anotaría un
avance del PIB similar al del año más gris en década y media: el 2009,
que cargó con las secuelas del trío de huracanes que peinó la tierra
cubana a fines del 2008, justo cuando estallaba en Wall Street la crisis
financiera que conmocionó al resto de mundo.
Para hacer más complicado un análisis
hoy, el nuevo frenazo sobreviene cuando los cambios del modelo económico
entran en una etapa singular, tensa y más compleja. A tres años y unos
meses de iniciada, la reforma económica despliega medidas de mayor
profundidad y alcance estructural, pero los beneficios demoran a escala
de toda la sociedad. A la par, la crisis global abruma a socios
importantes de Cuba y el bloqueo económico de Estados Unidos se ensaña,
con puntería artera, contra las conexiones bancarias de nuestro país con
el mundo.
En un intento por encontrar
luz, Cubaprofunda encuestó a 12 eruditos, de varias instituciones
académicas, con renombre cada uno en el estudio de la economía cubana.
De la complejidad del escenario actual
hablan las divergencias de percepción y de opiniones de los
entrevistados -doctores o doctoras todos en ciencias económicas- ante
una pregunta única: ¿cómo interpreta usted el 0,6 por ciento del PIB en
el primer semestre y el reajuste o recorte de la previsión anual?
Unos reconocieron que el resultado les
tomó por sorpresa, mientras otros declararon que era previsible o
lógico. No pocos se mostraron preocupados, pero tampoco faltaron
expresiones de tranquilidad por parte de quienes consideran que es muy
temprano para cosechar los beneficios de las transformaciones
emprendidas en la economía.
Del torbellino de diferencias y honduras
académicas, emergen también coincidencias y, sobre todo, pistas para
comprender la coyuntura cubana y la reforma llamada Actualización del
modelo económico.
Después de transcribir, leer y analizar
casi tres horas de puntos de vista y percepciones de los doce
economistas, Cubaprofunda optó por ofrecerlas en cuatro partes a partir
de hoy, ordenados en un cuarteto de temas centrales:
- ¿Qué significa el 0,6 por ciento del PIB en el primer semestre?
- Obstáculos, frenos, causas del bajo crecimiento
- Conexión con el proceso de Actualización del modelo
- Apreciación sobre el futuro de la economía.
Sirva la lectura de estas opiniones,
convertidas en debate por gracia y maña del periodismo, como grano de
arena en la construcción del consenso social, imprescindible para el
éxito de un proceso de transformaciones que enfrenta, inevitablemente,
resistencias disímiles dentro y fuera de la nación.
¿Qué significa el 0,6 por ciento del PIB en el primer semestre? |
Aunque varía el tono de alarma entre unos y otros, coinciden en que es una señal de alerta, como muestran estas primeras opiniones. |
Humberto Blanco, CEEC:
La noticia nos sorprendió. Creo que nos preocupa a todos. Estamos ante
una evidente desaceleración del crecimiento económico. En un contexto
tan dinámico, de cambios y reestructuraciones de todo tipo, y en un
entorno internacional adverso, es comprensible que el crecimiento
económico se sostenga en un nivel discreto, pero que se sostenga. Sin
embargo, el 0,6 por ciento, prácticamente no es crecimiento. Y la
expectativa de 1,4 por ciento al final del año confirma que hay una
desaceleración.
Anicia García, UH: El
escaso crecimiento es una mala noticia. Pero nos preocupa no ahora, en
este año específicamente, sino desde el 2008, que es cuando la economía
se comienza a desacelerar. Llevamos más de 20 años con una situación
difícil. Se han acumulado problemas que no tienen solución si no es a
partir de un crecimiento económico mucho mayor.
Lázaro Peña Castellanos, CIEI:
No es tan sorprendente el comportamiento del PIB. Puedo entender que
había un estudio detrás de las previsiones, pero me parece que esos
cálculos no se correspondían con la realidad, con el contexto actual de
la economía internacional y, sobre todo, con la profunda necesidad de
transformaciones de la estructura económica del país.
Hiram Marquetti, CEAP:
Creo que para la opinión pública fue una sorpresa que el PIB del primer
semestre tan solo llegara al 0,6 por ciento, sobre todo porque había
algunos resultados positivos en sectores que desde hace más de 20 años
son clave en la economía, como el turismo, que con sus limitaciones
logró crecer en el número de visitantes en su etapa alta. No se cumplió
el plan en la industria azucarera, pero sin lugar a dudas mejoró la
producción. También se están ejecutando inversiones: en los servicios
turísticos en Varadero, en el sector electroenergético para respaldar a
la industria del níquel, y sigue en marcha el proyecto de desarrollo del
Mariel, que sin dudas es una importante inversión. Otras actividades no
muestran resultados tan alentadores pero progresan, mientras se
expanden nuevas formas de organización empresarial, es decir, las
cooperativas no agropecuarias. A esto habría que añadir las inversiones
para reparar los daños que dejó el huracán Sandy en Santiago y Holguín y
en menor medida en otras provincias.
A pesar de la sorpresa, un grupo de
tendencias negativas han impactado en la economía sobre todo después del
año 2008, en que Cuba tuvo que aplicar un mecanismo de default, o sea,
no pudo honrar el volumen de obligaciones financieras externas
acumuladas en ese momento, sobre todo por las pérdidas causadas por los
tres ciclones de agosto y septiembre, equivalentes a alrededor del 10
por ciento del PIB. Esta situación se refleja de alguna manera en la
dinámica actual de la economía.
Juan Triana, CEEC:
Creo que es una señal de estancamiento de la economía cubana, lo cual
para nada es bueno. Puede ser en cierta medida comprensible, si
atendemos a que Cuba se maneja en medio de restricciones económicas muy
fuertes tanto internas como externas. Pero también es una señal evidente
de que todo lo que se ha hecho, y se ha hecho mucho, es insuficiente
desde el punto de vista del propósito de que el país crezca y se pueda
desarrollar.
Jorge Mario Sánchez, CEEC:
En términos de cantidad, es un resultado magro, en condiciones
difíciles, pero anémico. En cuanto a la calidad, sigue entrampado en
viejas deficiencias que no se han resuelto. A cuatro o cinco años de
lanzar el proceso de reestructuración más importante en la historia de
la sociedad y de la economía durante la Revolución, todavía los
resultados no están avalando los objetivos propuestos.
Francisco Borrás, UH:
Crecer 0,6 por ciento es casi no crecer. Pero alguna gente recibe esa
información con pesimismo y la vincula, injustamente, con la
actualización del modelo económico cubano. Sería injusto sacar la
siguiente conclusión: el PIB está creciendo poco porque vamos por mal
camino o vamos demasiado lentos. Recuerda aquella idea de Raúl de que no
debemos improvisar como otras veces. Tenemos que estudiar bien cada
paso.
2- Obstáculos, frenos, causas del bajo crecimiento |
La rigidez de la planificación asoma entre diferencias y coincidencias de los encuestados al opinar sobre trabas principales que arrastra todavía la economía cubana |
¿Por qué la economía cubana no logra
romper el ciclo de bajo crecimiento de los últimos años, agravado en
2014 como evidencian el 0,6 por ciento de incremento del PIB en el
primer semestre y el 1,4 por ciento previsto para el año?
José Luis Rodríguez, CIEM:
Los resultados del primer semestre de este año y las previsiones del
año están reflejando factores externos, yo diría que con mucho peso, y
también dificultades que arrastra la economía cubana en la gestión
económica. La zafra dejó de producir un 12 por ciento del plan pero por
suerte los precios se mantienen aproximadamente igual en el mercado
internacional. Otra exportación importante, la producción de níquel,
también está muy afectada, aunque los precios han subido. Y el turismo,
que no aumentó prácticamente el año pasado, se planteó una meta muy
fuerte este año: crecer más del 10 por ciento en el número de
visitantes, pero solo está obteniendo un 5 por ciento. A la par, nos
golpean alzas de precios de importaciones como el petróleo. En los
alimentos, han subido casi todos, como los frijoles y el arroz, mientras
la leche en polvo se mantiene muy alta. La factura de los alimentos va a
ser mayor de lo previsto.
Este año, además, se ha incrementado la
presión del bloqueo norteamericano, especialmente en lo referido a la
penalización de instituciones financieras que hagan negocios con Cuba.
Todos estos factores, unido a problemas
internos en la gestión económica y en la terminación de inversiones, son
los que han dado este resultado.
Aleida González-Cueto, CEEC: Estamos lentos. La actividad inversionista es lo que está atrasando el crecimiento.
Ricardo Torres Pérez, CEEC:
Ciertamente, concurren factores que no estaban presentes antes: una
crisis económica internacional con impacto en Cuba, que es una economía
muy abierta y lo va a seguir siendo. Pero creo que esos resultados se
deben mayormente a nuestras propias insuficiencias, a las debilidades
estructurales que ha acumulado la economía cubana durante muchísimo
tiempo.
Es un mal que responde a causas
profundas, de difícil modificación, que requieren en muchos casos, y es
lo que defendemos, de medidas más audaces, más coherentes, de mayor
alcance. Por supuesto, la maduración de esas medidas tomará también un
tiempo, antes de que puedan impactar positivamente en esa dinámica de
crecimiento.
Oscar Fernández Estrada, UH:
En estos momentos uno de los principales obstáculos para el crecimiento
de la economía cubana son los mecanismos tan verticales y
administrativos de asignación de recursos. ¿Por qué no crece la
agricultura, por ejemplo, si se le destinan recursos? El problema es de
oportunidad. El insumo tiene que llegar oportunamente, si no, no sirve
de nada. Al final del año, qué tienes: gastaste en importaciones, pero
no impactan en el crecimiento.
Las previsiones que se hacen son planes
muy rígidos, que suponen comportamientos que no se controlan del todo,
ni por el Ministerio de Economía, ni por las grandes empresas. Al
proponernos metas muy estrictas, sin variantes ni alternativas,
cualquier pequeña variación, o si algo no se comporta como previmos,
cosa normal, entonces se traban muchas cosas y los planes no se cumplen.
Con las nuevas resoluciones asociadas a
las directivas del Plan 2014, hay una categoría, el encargo estatal, que
es lo que la empresa se compromete a producir por solicitud del Estado.
Pero implica casi el 100 por ciento de la capacidad productiva de la
entidad. Si no avanzamos resueltamente para reducir el encargo estatal
para permitir que la empresa destine una mayor parte de la capacidad
productiva a ventas por acuerdo, en función de la oferta y la demanda,
va a seguir siendo un mecanismo de decisión vertical. Hay que reducirlo
para dejar que la empresa organice su canasta de insumos, sin mediar una
asignación central, y que venda sus producciones, sin necesidad de que
pasen también por un mecanismo central predeterminado.
Lo que se conoce en Cuba como
planificación, más que un mecanismo eficaz o eficiente de asignación de
recursos, es en estos momentos uno de los principales obstáculos al
crecimiento.
Anicia García, UH:
Es muy difícil crecer y que una economía sea sostenible a largo plazo
con una tasa de inversión tan baja como la que tiene Cuba: apenas un 10
por ciento del producto interno bruto. La inversión es la que nos
permitiría mantener lo que tenemos, crecer, modernizarnos, generar
exportaciones, penetrar nuevos mercados, desarrollarnos.
También es importante que el PIB crezca
para aliviar tensiones en el nivel de consumo, que se ha resentido mucho
en los últimos años.
Hiram Marquetti, CEAP:
La economía cubana ha persistido desde hace un tiempo en aplicar
medidas procíclicas, es decir, de restricción del gasto. Hemos insistido
en reducir sobre todo el gasto de importaciones, que tiene un límite
cuando no hay respuesta del sector productivo nacional: que se encuentra
descapitalizado en un porcentaje significativo y acumula grandes deudas
desde el punto de vista de inversiones. Y esto, lógicamente, se refleja
en los resultados. La restricción de los gastos también ha sido fuerte
en las inversiones.
A mi modo de ver, estas políticas
restrictivas se manifiestan con mucha fuerza en la planificación, en la
asignación de recursos. Con el plan se han aplicado medidas
homogeneizadoras, que no respaldan de manera efectiva u oportuna
aquellas actividades que son realmente dinamizadoras de la actividad
económica.
Omar Everleny Pérez, CEEC:
Mientras el obrero siga ganando un salario que no le garantiza la
adquisición de bienes y servicios necesarios, ni hay motivación por el
trabajo ni la productividad puede ser óptima. Eso se arrastra en todas
las esferas de la economía y explica un poco el 0,6 por ciento del
primer semestre.
Otra limitante del crecimiento económico
en Cuba está en la demanda interna, el consumo interno. El desarrollo
necesita de un mercado interno. Y no tenemos ese soporte. Primero,
porque no hay capacidad adquisitiva, y segundo, porque no tenemos
productos, ni calidad en la producción. Casi todo es importado y ocurren
desabastecimientos de bienes importantes. Por consiguiente, el comercio
minorista, que también contribuye al crecimiento, disminuye.
Jorge Mario Sánchez, CEEC:
Aunque han comenzado profundos cambios en el marco legal, en la parte
normativa, en la institucional y se ha iniciado un proceso, tímido aún,
pero importante, estratégico, de descentralización, todavía no se
expresa en un cambio de la calidad del crecimiento, ni en alcanzar
ritmos que sean realmente sostenibles. Sigue siendo un avance sobre la
base del endeudamiento. Por un 1 por ciento que crece la economía
cubana, la deuda tiende a crecer de 2 a 3 veces, fundamentalmente la de
tipo comercial. Si no cambiamos los fundamentos del crecimiento, la
calidad de ese indicador mantiene un síntoma de deformación crónica que
no acaba de ser resuelta.
Reducimos las normativas para las
empresas a siete indicadores; excelente. Pero reproducen viejas
prácticas de la planificación centralizada con otro lenguaje, con otros
instrumentos. Seguimos entrampados en los factores inerciales. El cambio
de mentalidad, el cambio de instrumentos, es precisamente cómo hacer
las cosas de una manera diferente para no replicar mecanismos y hábitos
que ya fracasaron.
Lázaro Peña Castellanos, CIEI:
No se trata solamente del diseño y ejecución de las políticas
económicas, sino también de cómo se controlan, con la participación del
pueblo y de los trabajadores. Creo que las estructuras del Estado y del
gobierno necesitan una modificación que tenga en cuenta estas
cuestiones. Es una necesidad del proceso y de la dinámica misma del
desarrollo. Son problemas que todavía perduran y deben ser vencidos para
lograr no solo diseño de políticas, sino capacidad para que esas
políticas se conviertan en realidad.
3- Conexión con la Actualización del modelo económico | |
No todos los encuestados catan de igual manera los cambios de la economía cubana, pero coinciden en que lo más importante aún no ha llegado | |
Ricardo Torres, CEEC: Las cifras macroeconómicas del 2014 no se pueden ver aisladas, sino como continuación de una tendencia sostenida durante por lo menos los últimos seis años, que se inserta a su vez dentro de un ciclo aún mayor de crecimiento insatisfactorio del PIB. Pero las más recientes, a partir del momento en que empiezan los cambios con el gobierno de Raúl, indican que las medidas implementadas no han sido suficientes para cambiar la dinámica de crecimiento y el pobre desempeño económico del país. |
Algunos factores comienzan a ser
modificados con la Actualización del modelo económico. Uno evidente es
la Ley de Inversión Extranjera, que trata de cambiar este ciclo perverso
de bajas tasas de inversión de los últimos 25 años. Ninguna economía
que aspire a un crecimiento alto de manera sostenida en el tiempo, puede
mantener los niveles de inversión que tiene Cuba en la actualidad, de
alrededor del 10 por ciento del PIB anualmente. Otro paso es el avance
hacia un esquema cambiario y monetario que permita identificar cuáles
son las ventajas competitivas de la nación, mejorar la asignación de
recursos y hacer más transparente las transacciones económicas. Va a ser
una contribución sin dudas extraordinaria, clave para avanzar más
rápido.
Anicia García, UH:
Al proceso de actualización le ha estado faltando un componente
fundamental, la reforma de la empresa estatal socialista. Hemos hablado
sistemáticamente de que es el eslabón fundamental de la economía, pero
para que pueda serlo hay que repensar el sistema de gestión de la
empresa estatal y quitarle trabas administrativas y burocráticas que lo
entorpecen. Esa reforma comienza ahora, a tres años de aprobación de los
Lineamientos. Se ha retrasado mucho. Yo comprendo que hay peligros,
riesgos, pero hay que asumirlos. Porque más peligro y más riesgos tiene
la acumulación de problemas sin solución y acumular tres o más años de
escaso crecimiento económico.
En el sector agropecuario se han hecho
muchas cosas, pero faltan medidas decisivas para ver resultados. Por
ejemplo, la apertura de un mercado de insumos. Los mercados de
distribución, como los tenemos diseñados hasta ahora, lejos de fomentar
competencia y mayor producción, están haciendo todo lo contrario. Y eso
también es un problema importante.
Humberto Blanco, CEEC:
El proceso de implementación de los lineamientos ha tenido logros y
crecimiento en algunos sectores, pero todavía la solución está lejos.
Asistimos a un decrecimiento de la industria manufacturera, con
excepción de la biotecnología y la industria farmacéutica. Eso nos está
enviando señales claras de que, a pesar de los avances y de todas las
medidas en curso, probablemente tengamos que pensar en medidas nuevas,
adicionales, en otras direcciones, para desatar de veras los nudos que
mantienen atadas las fuerzas productivas y que ha sido una de las claves
del proceso, como ha dicho públicamente la dirección del país: liberar
las fuerzas productivas. Estamos hablando de riquezas, de producción
material, de servicios, que están deprimidos, en un contexto
internacional relativamente desfavorable que no va a cambiar.
Son procesos complejos. Pero hay un factor, el tiempo, que debemos considerar muy en serio.
Omar Everleny Pérez, CEEC:
Cada una de las medidas que se han ido tomando mantiene la mentalidad
centralista. La mitad de las cooperativas aprobadas no está funcionando
todavía. ¿Por qué? Porque han tenido problemas en su mundo como lo tiene
la empresa estatal. Entonces, no es un problema del tamaño ni de la
forma de propiedad, es un problema de cómo está estructurado el sistema.
En la agricultura se han tomado decenas de medidas y todavía no hay
producción.
Hay voluntad de cambio, pero a la hora de
los hechos, las instituciones no ven al sector no estatal como un
componente verdadero del desarrollo.
Ya llevamos tres años y unos meses
implementando Lineamientos y al final de la cadena, el cliente, el
trabajador, no ve resultados.
Oscar Fernández Estrada, UH:
Mi impresión es que las medidas que hemos tomado no están dirigidas
todavía a potenciar, a destrabar, las fuerzas productivas y a potenciar,
por tanto, el crecimiento de la economía. Todo lo hecho hasta el
momento ha tenido que ver con un cambio en las reglas de juego, un
cambio en la forma de organizarse y funcionar los agentes de la
economía, pero todavía no está consolidado ni siquiera ese nuevo
paradigma de reglas del juego.
Francisco Borrás, UH:
Hasta ahora las medidas han estado enfocadas fundamentalmente hacia las
nuevas formas de gestión: el cuentapropismo y, de manera muy
incipiente, el desarrollo de cooperativas. Al sector empresarial
estatal, que es el que tendrá impacto realmente en el crecimiento del
PIB y sobre el desarrollo próspero y sostenible, no se le pueden pedir
frutos todavía porque acaban de salir ahora las normativas que apuntan a
su transformación.
Tampoco está implementada aún, por
ejemplo, la unificación monetaria y cambiaria. No va a resolver el
problema, pero es un factor que puede coadyuvar a que las empresas
sientan el peso de la ineficiencia e ineficacia, o se estimulen
verdaderamente cuando son eficientes y eficaces.
Aleida González Cueto, CEEC:
La Actualización del modelo económico es un proceso muy complicado. Es
una realidad. Estamos ante una acumulación de errores, sistematizados y
durante mucho tiempo repetidos. Hace mucho que todo el mundo sabe dónde
están los problemas, pero si eliminas uno, caes en otro y caes en otro.
Ocurre con pasos como la eliminación de la dualidad monetaria y
cambiaria. Cuando planificas y vas a ejecutar uno, te das cuenta de que
hay problemas que no permiten hacerlo en el momento en que se quiere.
Eso lo atrasa y a la vez se van atrasando los demás pasos.
Juan Triana, CEEC:
Sería necesario repensar la reforma empresarial que recién comienza,
porque lejos de promover una mayor descentralización, puede generar una
nueva centralización de decisiones fundamentales: las está moviendo de
las unidades donde se realiza la producción y los servicios hacia
entidades, las OSDEs (Organización Superior de Dirección Empresarial),
que tienen una función administrativa y de control. Estamos repitiendo
esquemas e instituciones que conocimos en Cuba hace prácticamente 40
años y fracasaron.
Habría que expandir también el marco
institucional y legal de los pequeños negocios privados y de las nuevas
cooperativas. Son procesos todavía sumamente discrecionales en el caso
de las cooperativas; inducidos muchas veces. La dinámica del sector de
los trabajadores por cuenta propia ha demostrado hasta ahora que pueden
ser funcionales a los propósitos de la economía socialista. Si se les
dieran un mayor espacio, sobre todo en actividades productivas, y no de
servicios única y exclusivamente, podrían contribuir a expandir el
empleo y al crecimiento económico y, quizás, podrían ser una
contribución más a las exportaciones y a la sustitución de
importaciones.
No solo es un problema de desatar nudos,
sino de crear nuevas oportunidades en función del crecimiento económico y
el desarrollo del país.
4- Miradas al futuro de la economía cubana |
Los entrevistados observan lentitud en los cambios, pero reconocen el inicio reciente de medidas que pueden tener mayor impacto sobre la economía |
José Luis Rodríguez, CIEM: Es
necesario avanzar más rápidamente en la solución de una serie de
problemas de descapitalización que tiene la economía y, particularmente,
la agricultura.Jorge Mario Sánchez, CEEC:
Avanzamos desde una sociedad muy homogénea y vertical, con una visión
cultural -tanto institucional como a nivel de toda la sociedad- de que
el Estado es el único actor que debe y puede acaparar funciones, hacia
una sociedad donde tienen cada vez más importancia los elementos
complementarios, que apoyan y en algunos casos sustituyen al Estado.
El sector cooperativo y el privado asumen
un rol creciente y es muy importante romper con estereotipos de que
privado es antagonista del Estado o una negación del carácter
socialista. El sector privado cubano se inserta en un contexto
socialista para satisfacer objetivos de la sociedad. No niega los
beneficios, la propiedad privada, pero los pone en función de la
sociedad. Lo mismo es aplicable a la cooperativa como forma intermedia
de propiedad.
Con el sector cooperativo y privado
marchamos hacia un cambio de concepción acerca de la estructura de la
sociedad. Por tanto, deben cambiar las visiones e instrumentos para
normar la actividad de estos sectores. Menos reglas, más autonomía y más
centrado en los principios, con un entorno flexible.
Juan Triana, CEEC:
Este proceso, que ha sido paso a paso, y ha permitido ampliar los
horizontes de la economía nacional en términos de actores, está
necesitado de políticas más contundentes que promuevan el crecimiento
económico.
Una parte importante de esas políticas,
al menos tres, acaban de comenzar. Una es la aprobación de una política
para la inversión extranjera directa, que incluye la Zona Especial de
Desarrollo Mariel. La otra, el inicio de un proceso de reestructuración
de la empresa estatal cubana, que en definitiva es el grueso, quizás el
85 por ciento, de la economía nacional. Y la tercera, anunciada desde
finales del año pasado, es el programa de unificación monetaria. Esas
tres medidas tienen un carácter estructural profundo, y deben tener
impactos importantes en los resultados futuros de la economía nacional.
Pero si el país quiere, si nosotros
queremos, si el gobierno quiere, caminar hacia un desarrollo y una
sociedad socialista, sustentable y próspera, tendremos que pensar
profundamente en implementar nuevas medidas que permitan crear nuevas
oportunidades y expandir las capacidades productivas del país.
Ricardo Torres, CEEC:
Cuba ha dado pasos importantes para desatar las fuerzas productivas
desde el punto de vista de las formas de propiedad. Se le han abierto
espacios al sector privado, al sector cooperativo, pero todavía con
muchas limitaciones para crecer, desarrollarse, ganar en eficiencia y en
productividad. Están confinados a actividades muy básicas, de bajo
valor agregado. Y es una contradicción porque no aprovecha el activo más
importante que tiene Cuba para su desarrollo, y que tendrá durante
muchos años: la calificación de su fuerza de trabajo.
Hiram Marquetti, CEAP:
Yo creo que el proceso va a dar resultados. Estamos en un momento
complejo. En el próximo congreso del Partido se hará un balance del
despliegue de los Lineamientos, y la etapa crítica del proceso comenzará
entonces porque ya habrá madurado un grupo de medidas y se habrán
ejecutado transformaciones funcionales y algunas de tipo estructural de
peso, pero en el orden social lo más complicado es construir consensos
hoy con factores que la gente no ve todavía.
Aleida González Cueto, CEEC:
A mí lo que me da un poco de optimismo es que se han encontrado los
hilos de la madeja, es decir, por dónde empezar. El proceso va bien,
pero la realidad pone trabas que lo han ido atrasando más de lo
planificado y, por supuesto, mucho más de lo que uno desea.
Francisco Borrás, UH:
En los últimos tiempos se han dado pasos que tendrán impacto en el
corto y mediano plazos. En vías de implementación están medidas
principales, desde la unificación monetaria hasta el cambio en la
concepción del precio. Una de las que más puede dinamizar la economía es
el cambio en el paradigma de los precios. Hoy están anclados a los
costos. Mientras mayor el costo, más alto el precio. Con la unificación
monetaria y las nuevas estrategias de precios, el costo va a ser una
variable del precio y las empresas empezarán a preocuparse más por ser
eficientes, competitivas, que hoy no lo tienen como prioridad.
Es como un avión que está calentando los
motores ahora, cogiendo pista. No le vas a medir que no coge altura; no,
por supuesto, está calentando los motores. Pero cuando la Actualización
del modelo despegue, pienso que lo hará como los aviones, con fuerza,
hacia arriba. Soy optimista.
|
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