Un
amplio sector de la blogosfera cubana ha sido marginada
sistemáticamente de los grandes eventos y medios internacionales, pero
en los últimos tiempos esto parece cambiar. Podemos estar en camino de
matizar una imagen mediática de Cuba muy polarizada.
Se tratan de pequeños pasos de algunos blogueros, pero son grandes pasos para nuestra comunidad.
Desde mediados del 2013, existen señales de un interés creciente en un amplio sector de Internet que se agrupa, principalmente, en la comunidad denominada Blogosfera Cuba. El pionero ha sido, quizá, el administrador de la Chiringa de Cuba, Carlos Alberto Pérez, que en agosto de 2013 fue invitado a la celebración de los 100 años del Palacio de la Paz en La Haya.
Anteriormente, los únicos invitados a este tipo de actividades eran los miembros de la disidencia cubana. Sin embargo, desde ese momento, se han abierto espacios donde jóvenes comunicadores han podido participar: en octubre fueron varios al II Encuentro de la Red de Radios Universitarias de Latinoamérica y el Caribe (RRULAC) y, hace unos meses, la profesora y bloguera Elaine Díaz fue aceptada en una maestría en Estados Unidos. Otros visitaron las Naciones Unidas en un proyecto de familiarización.
No es casualidad que esto ocurra en un momento en que las relaciones entre Cuba y Europa comienzan a superar las distancias.
Global Media Forum en Bonn
En los últimos días, el programa El Toque de RNW me ha invitado a participar en el Global Media Forum que celebró en la ciudad de Bonn. Allí tuve, por vez primera, la oportunidad de presentar los matices que tiene la realidad cubana en un país donde, evidentemente, lo que se conoce sobre mi país es muy poco o está convertido en cliché o marcado por estereotipos.
Presentar una realidad diversa de la isla es tanto una responsabilidad como un reto, porque se comienza hablando sobre blogs y se termina en un debate político inevitable que termina en los extremos. Felizmente no fue el caso.
Visibilidad para la blogosfera cubana
El panel sobre Cuba tuvo muchas preguntas interesantes y, con bromas de por medio, pudimos esclarecer algunos puntos desconocidos. Lo más importante fue visibilizar un sector de la blogosfera cubana a la que no se le ha apreciado lo suficiente.
Fui el único cubano en el evento y, de alguna manera, eso me convertía en un caso exótico para personas muy vinculadas a las redes sociales, pero muy ajenas a nuestro país. Dan Gillmore, considerado el padre del periodismo ciudadano, me confesaba que sabía muy poco de Cuba y que, definitivamente, le gustaría viajar a la isla, si existiera un marco legal en Estados Unidos que le permitiera hacerlo.
El Global Media Forum fue tan interesante como impresionante para alguien de la Isla, que nunca había ido a Europa, pero que sabe que en este mundo incluso los mejores lugares tienen sus defectos. Me fue imposible no extrañar la comida de casa; no quejarme del frío, en algún momento; y no soñar en que mi país tenga un nivel de organización y acceso a Internet semejante al de algunos países del norte de Europa.
Esperemos que los próximos meses nos deparen nuevos escenarios y que nuestra presencia sea cada vez más diversa. Tampoco queremos una comunidad caracterizada por “voces autorizadas” o “vacas sagradas”.
En este momento, en el que se nos están abriendo puertas, y que tengo el placer de compartir con mis compañeros, es difícil no sentirse como Neil Armstrong porque, estos pequeños pasos, pueden significar grandes pasos para una Blogosfera Cubana, que ya va saliendo del anonimato.
Se tratan de pequeños pasos de algunos blogueros, pero son grandes pasos para nuestra comunidad.
Desde mediados del 2013, existen señales de un interés creciente en un amplio sector de Internet que se agrupa, principalmente, en la comunidad denominada Blogosfera Cuba. El pionero ha sido, quizá, el administrador de la Chiringa de Cuba, Carlos Alberto Pérez, que en agosto de 2013 fue invitado a la celebración de los 100 años del Palacio de la Paz en La Haya.
Anteriormente, los únicos invitados a este tipo de actividades eran los miembros de la disidencia cubana. Sin embargo, desde ese momento, se han abierto espacios donde jóvenes comunicadores han podido participar: en octubre fueron varios al II Encuentro de la Red de Radios Universitarias de Latinoamérica y el Caribe (RRULAC) y, hace unos meses, la profesora y bloguera Elaine Díaz fue aceptada en una maestría en Estados Unidos. Otros visitaron las Naciones Unidas en un proyecto de familiarización.
No es casualidad que esto ocurra en un momento en que las relaciones entre Cuba y Europa comienzan a superar las distancias.
Global Media Forum en Bonn
En los últimos días, el programa El Toque de RNW me ha invitado a participar en el Global Media Forum que celebró en la ciudad de Bonn. Allí tuve, por vez primera, la oportunidad de presentar los matices que tiene la realidad cubana en un país donde, evidentemente, lo que se conoce sobre mi país es muy poco o está convertido en cliché o marcado por estereotipos.
Presentar una realidad diversa de la isla es tanto una responsabilidad como un reto, porque se comienza hablando sobre blogs y se termina en un debate político inevitable que termina en los extremos. Felizmente no fue el caso.
Visibilidad para la blogosfera cubana
El panel sobre Cuba tuvo muchas preguntas interesantes y, con bromas de por medio, pudimos esclarecer algunos puntos desconocidos. Lo más importante fue visibilizar un sector de la blogosfera cubana a la que no se le ha apreciado lo suficiente.
Fui el único cubano en el evento y, de alguna manera, eso me convertía en un caso exótico para personas muy vinculadas a las redes sociales, pero muy ajenas a nuestro país. Dan Gillmore, considerado el padre del periodismo ciudadano, me confesaba que sabía muy poco de Cuba y que, definitivamente, le gustaría viajar a la isla, si existiera un marco legal en Estados Unidos que le permitiera hacerlo.
El Global Media Forum fue tan interesante como impresionante para alguien de la Isla, que nunca había ido a Europa, pero que sabe que en este mundo incluso los mejores lugares tienen sus defectos. Me fue imposible no extrañar la comida de casa; no quejarme del frío, en algún momento; y no soñar en que mi país tenga un nivel de organización y acceso a Internet semejante al de algunos países del norte de Europa.
Esperemos que los próximos meses nos deparen nuevos escenarios y que nuestra presencia sea cada vez más diversa. Tampoco queremos una comunidad caracterizada por “voces autorizadas” o “vacas sagradas”.
En este momento, en el que se nos están abriendo puertas, y que tengo el placer de compartir con mis compañeros, es difícil no sentirse como Neil Armstrong porque, estos pequeños pasos, pueden significar grandes pasos para una Blogosfera Cubana, que ya va saliendo del anonimato.
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