DECLARACION DEL G-20
“No ha de temerse la sinceridad”
“…aplazar no es resolver. Si existe un mal,
con permitir que se acumule no se remedia”.
José Martí
Un acto de censura tuvo lugar durante el 36 Festival Internacional
del Nuevo Cine Latinoamericano: por imposición de las máximas
autoridades del Ministerio de Cultura y el ICAIC, la dirección del
Festival fue obligada a retirar la película Regreso a Ítaca, del
director francés Laurent Cantet, programada para exhibirse en función
única, fuera de concurso, el 12 de diciembre en el cine Charles Chaplin.
Los cineastas que abajo firmamos, pertenecientes al g-20 –comité que
representa a los cineastas, elegido por estos en asamblea pública y
abierta–, rechazamos ese acto de censura, ajeno por completo al espíritu
cultural de la nación cubana. Decidimos no realizar acción pública
alguna al respecto durante los días del Festival para no interferir con
su exitoso desarrollo. Luego, acontecimientos que han conmocionado al
país –el regreso de los tres héroes injustamente encarcelados que
faltaban por recuperar su libertad, y cuyo arribo a la patria nos ha
llenado de felicidad a todos, y la noticia del restablecimiento de las
relaciones entre Cuba y los Estados Unidos, hecho que abre una etapa en
el país particularmente compleja en el campo del arte y las ideas–, nos
hicieron postergar esta Declaración que redactamos el pasado 17 de
diciembre y que ahora hacemos pública sin más demora.
Desde que a principios de noviembre se decidió cancelar la exhibición
de Regreso a Ítaca, ya anunciada en el catálogo del evento, hicimos lo
que estuvo en nuestras manos para evitar lo que consideramos un
disparate cultural y político. Consideramos que semejante decisión pone
en evidencia las debilidades de métodos del sistema de la cultura para
actuar desde el diálogo tanto con los cineastas como con la dirección
del país. Regreso a Ítaca se rodó en Cuba como un servicio del ICAIC, lo
que hace aún más grave la censura ejercida en su contra y pone en tela
de juicio la responsabilidad y profesionalidad de los dirigentes del
Instituto y del Ministerio de Cultura. El ejercicio de la censura dentro
de la Revolución jamás ha dejado saldos positivos. En este como en
todos los casos del pasado, los responsables de las consecuencias que se
deriven de este hecho son los censores y los funcionarios que ejecutan
las órdenes sin atreverse a dar alertas ni a argumentar en contra de
acciones probadamente erróneas.
Apoyamos a la dirección del Festival por su acertada, inteligente y
revolucionaria política de programación, inspirada en las enseñanzas de
un hombre como Alfredo Guevara, quien aprendió y se enriqueció de las
experiencias, aciertos y errores de su larga y ejemplar trayectoria. Esa
política respeta el derecho del público a ver cualquier obra y a juzgar
por sí mismo, sin filtros paternalistas que interpreten y decidan en su
lugar, y más en el caso de una obra como las que nos ocupa, que nos
atañe a los cubanos por su temática y que está realizada con respeto y
sinceridad, y porque en ella participan importantes y queridos artistas
cubanos. Nuestro público tiene derecho a ver esa película y a decidir
por sí mismo su opinión respecto a ella.
La UNEAC, organización que agrupa a la mayoría de los escritores y
artistas cubanos, ha debido jugar un papel diferente y activo. Los
cineastas lamentamos que su dirección no haya intervenido ni aportado
criterio alguno en este grave, innecesario y extemporáneo acto de
censura, del que fue informada por nosotros y por los artistas cubanos
que participaron en la película. Falta, en la UNEAC y en otras
instancias, compromiso ante los problemas reales de la cultura, las
preocupaciones que angustian a los creadores como parte del pueblo al
que se deben, e implicación en zonas de conflictos que están afectando,
mediante equívocos y la ausencia de diálogo verdadero, las relaciones
entre los artistas y la dirección del país.
Desde su constitución, las Asambleas de Cineastas y el g-20 hemos
actuado con total transparencia y hemos manifestado nuestra voluntad de
dialogar con todas las autoridades del ICAIC, del Ministerio de Cultura y
del Gobierno y el Estado cubanos. En muy contadas ocasiones hemos
encontrado interlocutores desprejuiciados que, en vez de responder de
modo mecánico a directivas, asuman responsablemente sus decisiones sobre
la base de juicios culturales y realmente políticos.
Los cineastas nos reafirmamos en nuestro derecho a pronunciarnos
sobre cualquier problema y en específico a intervenir en aquellos que se
relacionan con nuestro trabajo y nuestra vida como creadores. No
tenemos duda de que se trata de un derecho y un deber elemental y
revolucionario.
Rechazamos las formas sutiles de censura sobre aquellos que expresan
sus opiniones abiertamente, la satanización de las expresiones “Ley de
cine” y “realizadores independientes”, y la construcción de una imagen
negativa sobre un grupo al que se intenta ubicar en terrenos de
oposición y confrontación porque hace propuestas necesarias y útiles que
aún no están en las agendas oficiales.
Aspiramos a recobrar cuanto antes los tiempos en los que podíamos
dialogar con las autoridades culturales, las del Gobierno y el Partido,
sobre cualquier tema, proyecciones futuras o diferencias. Recordamos
como ejemplar el caso de la película Guantanamera, cuando Fidel se
confrontó directamente con los artistas, cara a cara, escuchando
nuestros pareceres y expresando los suyos, mirándonos a los ojos.
Se avecinan tiempos complejos, en los que viviremos experiencias y
contradicciones que serán tratados inevitablemente por el arte y la
literatura cubanos. La inédita situación que se abre para el país a
partir de hoy, 17 de diciembre, hace todavía más insostenible la censura
ejercida contra esta obra.
Seguimos abiertos al diálogo y a la colaboración.
Volvemos a Martí: “No ha de temerse la sinceridad; solo es tremendo lo oculto”.
Arturo Arango / Enrique Álvarez / Claudia Calviño / Rebeca Chávez /
Ernesto Daranas / Luis Ernesto Doñas / Lourdes de los Santos / Magda
González Grau / Senel Paz / Manuel Pérez Paredes / Fernando Pérez Valdés
/ Pedro Luis Rodríguez
La Habana, 17 de diciembre de 2014
CARTA DE RESPUESTA DE LAURENT CANTET A LOS CINEASTAS CUBANOS
Estimados colegas:
He estado al tanto por Leonardo Padura, los actores de Regreso a
Ítaca y por Elisa y François que acaban de llegar a París, de todos los
acontecimientos de estas últimas semanas y de todo lo que ustedes han
hecho para que nuestra película pudiera ser reprogramada durante el
Festival de La Habana.
Quisiera ante todo decirles cuanto me ha emocionado vuestro empeño y
asegurarles que si por mi parte he decidido guardar silencio ha sido
para no interferir en vuestra lucha. Leonardo me aconsejo que no
interviniera y yo he respetado su criterio.
Quisiera que supieran cuán triste me dejó la noticia de que la
película había sido retirada del programa del Festival. Esta película
que hice con una ternura extrema me parece que está más cerca de un
mensaje de amor para el pueblo cubano que de una tesis
contrarrevolucionaria con la que la han querido empañar.
Yo sé que ustedes no la han interpretado así y eso me reconforta profundamente.
Para mí esta película no tiene verdadero sentido si el público cubano
no puede compartirla con el resto de los espectadores del mundo. Me
parece que hoy, más que nunca, es indispensable, para poder avanzar,
poder hacer un trabajo de memoria revisitando y reflexionando sobre su
propia historia. Atreverse a mirar hacia atrás para reflexionar sobre
los errores pero también y sobre todo para poder preservar lo bueno que
se ha logrado es algo que considero fundamental y tengo la pretensión de
creer que Regreso a Ítaca puede participar de ese trabajo.
Hoy con esta carta quisiera romper ese silencio que lejos de ser una
muestra de indiferencia ha tenido como único objetivo no interferir y
ayudar.
Quiero agradecerles y asegurarles mi absoluta adhesión a lo que están
haciendo. Yo comprendo que además de la película ustedes están
defendiendo la libertad de creación y de expresión y soy absolutamente
solidario con esa lucha.
No dejen de hacerme saber cualquier gestión que ustedes consideren
que pueda hacer yo de mi lado en esa defensa. Yo estaré siempre a
vuestro lado como ustedes lo han hecho por la película.
Con todo mi agradecimiento y amistad,
Laurent
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